jueves, 16 de septiembre de 2010

Dios está enojado? o está triste?

Aplacar la ira divina? o compartir su tristeza?
Jesús orando en el monte de los Olivos. Pidiendo a los apóstoles compañia. Quejándose de que no podían permanecer una hora despiertos...duermen ellos, duermen cuando son ya pocas las horas que quedan para compartir con el Amigo, con el Maestro...
Jesús diciéndoles que siente una tristeza mortal...no una ira incontenible.
Frustración.
Se me ocurre que en varios pasajes lo que expresa Jesús es frustración, fastidio. En general no enojo. Impaciencia. Aún cuando dice que vino a traer fuego y como desearía que estuviera ardiendo ya! No es enojo, es impaciencia.
Volvamos a estos sentimientos; frustración, tristeza, impaciencia, fastidio. Una queja que expresa Él. Frente a la falta de fe. Frente a la indiferencia a su mensaje. No enojo. Solamente lo vemos enojado cuando echa a los mercaderes del templo. Y aún ahí, más que enojo podemos ver indignación.
Ni siquiera cuando lo rechazan se enoja. Tampoco cuando sufre escarnio Él amenaza, todo lo contrario. No es fiscal acusador, es defensor -perdónalos Padre, porque no saben lo que hacen- Cuando sus díscipulos hijos del trueno le preguntan si desea que envíen fuego del cielo para quemar a los que no los recibieron él los reprende...
La violencia engrendra violencia. La violencia tiene muchas caras. Violencia es golpear, agredir, pero también es mentir, manipular.
Parece a veces que confiamos más en el poder que tuerce que en el que estimula. Confiamos más en su ira que en su grandeza. Más en su poder que en su humildad. Que nos preocupa tanto?

Saludos

martes, 7 de septiembre de 2010

Por sus frutos los reconoceréis

En general es una frase que usamos para darnos una idea si algo viene del Espíritu o no. Si es Fruto del Espíritu o solamente una moción humana. También lo podemos juntar con la frase de "si a alguno de ustedes un hijo le pide pan quién le dara una piedra? si ustedes que son imperfectos pueden dar cosas buenas cuanto más podrá darles el Padre que es perfecto"
También deberían ser visibles los frutos del actuar de ese amor en nosotros.
Sin embargo, aún cuando los frutos son el signo externo de la maduración, no solamente es el fruto una conducta. Hay conductas aprendidas que no son otra cosa que mecanicismos muy elaborados. Hasta los perritos pueden aprender a andar en skate.
Uno de los frutos más importantes que nos puede dar el estar en Jesús es la conversión. Supongo que se puede interpretar también el fruto subsiguiente de la conversión como la nueva capacidad de aprender conductas que antes no podíamos sostener. Puede ser
Pero yo quisiera detenerme un poco en un aspecto más de la conversión. Y es la que apunta directamente a convertir el corazón, o sea, la misma esencia de uno.
Quisiera saber cuanto hay de conducta aprendida y cuanto de legítima conversión de corazón. En cuantos de nosotros no ha producido un cambio y en cuantos si.
Examinadlo todo y quedaos con lo bueno! No es examinar lo que ya está dado. Es examinar TODO, aún lo nuevo e inquietante y a partir de examinar con honestidad y disposición observar los frutos.
La verdadera conversión nos lleva a ser OTROS. Morimos en nosotros para que Jesús viva en nosotros. Llamados a ser otros. Esto es muy importante. Alguna vez pensaron que podría ser "ser otro"? No ser uno mismo con nuevas conductas. Salir de tal manera de uno que uno ya es Otro! Uno aprende entonces a ser extranjero. Empezamos a tener com-pasión por el otro. Ya no soy el que vive, ahora Xto vive en mi.