Hola,
por un lado me parece que tal vez haya una "alternativa superadora" -como se suele decir en política- a las dos opciones planteadas en la evolución versus la creación. Y que tal vez a esa alternativa no hayamos llegado todavía. Creo que hay un "Espíritu" (si se me permite la palabra) que actúa en los procesos. La Vida empuja a la vida hacia adelante. Son interesantes los trabajos de Ilya Prigogine acerca de las estructuras disipativas y el concepto de autopoiesis, donde expresa un "impulso" hacia formas más elevadas de auto organización y los trabajos de Varela y Maturana en Chile. Tal vez sea momento de resignificar o ampliar nuestro adagio "el Señor se mueve de maneras misteriosas" y atrevernos a transitar "el misterio"; ubicarnos más humildemente en la zona de las preguntas y no tanto en la de las respuestas. Aceptando que hay cosas para las que no tenemos respuestas de momento. Que pasaría si -y para nada en desmedro de nuestra creencia en Dios, su Hijo y el Espíritu- todavía tuvieramos mucho por recorrer en nuestro descubrir de las maneras en que actúa? Pensar que ese "impulso" al que me refería antes es obra del Espíritu (tal vez me inclino a pensar también en el Logos que aleteaba sobre las aguas primordiales) fuera esta "fuerza" que impulsa la vida hacia adelante?. La física moderna se topa a menudo con el desconcierto al no poder definir de que manera actúa esta especie de "conciencia" de la materia (incluso al mostrar que las partícula/ondas colapsan en una u otra forma a partir de la existencia de un observador externo, como si tuvieran alguna "clase" de conciencia) Y parece encontrar de alguna manera evidencia de accion de alguna forma de "fuerza organizativa primordial" lo que a mi me suena a reconocer de alguna manera las limitaciones del azar como fuerza que guía a la evolución. Saludos!
sábado, 24 de julio de 2010
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