lunes, 6 de diciembre de 2010

Leyendo las noticias acerca de Irlanda, su rescate y los ajustes y recortes presupuestarios que tiene por delante. Y su correlato previo en Grecia y próximo en Portugal y tal vez España. Yo me pregunto como es que la mayoría de la gente no vio la trampa que les estaban tendiendo.
Pensaron acaso que esto no les iba a pasar a ellos? Tan primer mundo?
Lo mismo pasó con Argentina en el 2001.
un ciclo casi ingenuamente obvio sino fuera por lo perverso.
Endulzar. Someter. Apretar. Romper. Simular rescatar. A partir de ahí el "ciclo" se reproduce, pero como ya está armada la dependencia la parte del endulce es dejada de lado. A partir de ahora será:
seguir sometiendo. seguir apretando. seguir rompiendo. seguir simulando rescates.
Para apropiarse cada vez más. De qué? En principio de lo material -las propiedades, los campos, las granjas- después de la misma vida de la gente.
Es un engaño. Una trampa mortal. Mortal porque se queda con la vida. De maneras brutales -como en la guerra y en las drogas- o sutiles y perversas -disponer realmente de nuestro tiempo a los 67 años-
Transforma a las personas en esclavos. Buscan pleitesía y lo logran solamente dando a cambio migajas que a través de la maquinaria publicitaria se hacen ver como verdadero oro.
Solo pueden hacer esto porque mayoritariamente no nos damos cuenta. No cuestionamos y si lo hacemos muchas veces en realidad estamos cayendo en otro de los lugares de la trampa. El de la oposición. La verdadera grieta de la trampa no es la oposición. Es la trascendencia. El buscar lo que está más allá. La oposición se nutre de los mismos recursos que la trampa. Por eso es la trampa. La trascendencia habla otro lenguaje y se nutre de cosas que la trampa no provee. Por eso es su grieta más temida. La trampa nos esclaviza. La trascendencia nos hace libres.

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